Haciendo limpieza de trastos, me topé con unas cuantas losetas que hice hace lustros (literalmente, que los empecé cuando regalaron las zonas de Touchdown, los teleportadores y los cofres en una White Dwarf) para partidos de Dungeon Bowl. Algunas estaban terminadas, otras a mitad y unos cuantos cartones preparados para hacer más. Así que decidí cerras este proyecto abierto hace taaaaaanto tiempo.
Los terminados en aquella época eran simplemente dibujos pegados en cartones (o cartones de encuadernaciones con un diseño adecuado), sobre los que pinté las rayas con permanente y los reflejos con pintura blanca. Las forré con papel adhesivo transparente que con el tiempo había hecho que el permanente negro se dispersase, por lo que lo único a hacer para actualizarlos fue repasar el permanente sobre el forro. Este paso de forrarlos ya no lo hice en los siguientes.
Había otros que construí pegando baldosas sobre cartón y pintándolos. Colores básicos y puntillismo, con alguna licencia artística. No requirieron ninguna actualización.
Al resto de los construidos con baldosas, que estaban sin pintar, les dí un tratamiento rápido de color, tintas, pincel seco y decoraciones varias.
Con los cartones que ya tenía reservados de aquella época hice las habitaciones que tenía pensadas de la misma manera. Permanente negro para las casillas y roturas y luces blancas para darles un poco de profundidad.
Y cerré el proyecto haciendo unas habitaciones y pasillos extras, con más cartones que tenía por casa y algún recorte decorativo, para poder montar un dungeon en condiciones para poder jugar unos partidillos.
Ea. Y eso es todo.
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