Sólo ha tenido un pequeña transformación; los ojos. Así quedaba mejor embutido en el universo al que le toca pertenecer ahora.
En cuanto a la pintura, he intentado que quedara sin grandes choques cormáticos, a la par que simple, y con colores no habituales.
Y como extra, y que no sirva de precedente, añado a Morsa en versión pintarrajeado rápido, para que no se desmarque mucho del resto de originales.
Ahora ha llegado una pequeña ardilla que pasará a ser estudiada, por si vale la pena...