Et voila, sin más dilación, el del moño rojo, quiero decir el memonio rojo y su tete el memonio barbas. Como las restantes (salvo la sorpresa final.... jujujujuju) son transformaciones facilonas con más o menos extras; que hay que aprovechar el material.

En este caso podemos observar, primero, a un memonio astafino y bragado (¿?) en posición 'esperate a que se acerquen más y nos vamos a reír una jartá', con extra de costra. En cuanto al rojo, subidas desde un rojo muy oscuro y un bañito final para unificar tonos.
El panoli celestino es nuestro segundo memonio de hoy. Con este decidí volver al apasionante mundo del pincel seco para recalcar todos los matices de la piel. Luego ya fue iluminado de forma estándar sobre la referencia previa, acabando con su lavado final correspondiente. La pelambrera y la barbucia fueron pintados en un tono granate que hicieron mis alquimistas privados hace lustros y que todavía aguanta sin secarse, mucho mejor que otras muchas marcas oficiales. No, no vendo mi secreto... ;-)
Esperemos que no se cierre el vórtice antes de que pasen el resto de memonios....