jueves, 28 de noviembre de 2013

Trofeos Valencia MasterBowl (primera parte)

Continuando con la revisión de mi (muchas veces poco acertado) pasado, hoy pondré la evolución de los trofeos que comencé a realizar para la MasterBowl que organizábamos la TBBL en Valencia.
En un principio todos los trofeos eran de fabrica, pero se pusieron de moda lo de hacerlos uno mismo y, para reducir costes y aumentar premios para los participantes, recayó en mi la función de crearlos. Los primeros años los iba cambiando cada año según mi trastornada imaginación creía conveniente. Y estos son los que muestro en esta primera parte.

La idea principal era el reciclaje, hacer los trofeos con restos de madera de viejos muebles o plásticos de incontables fuentes. Todo ello junto con sencillos modelados. A decir verdad, salvo contadas excepciones, a mi, personalmente, no me gustaba nada de lo que hacía, pero si parecía agradar al resto que hasta comenzaron a hacerme encargos.

Dos cosas intentábamos mantener constantes año a año. La primera era el trofeo del ganador, que fue el mismo desde el primer día (con forma de balón). La otra, el premio al peor clasificado, una gran cuchara de madera (salvo un año que fue mini) que alguno no se si pudo facturar en el avión.


Esta es la primera. Su tamaño todavía era soportable.

Los trofeos cuando aún eran estándar, más la cuchara de ese año, con más color. No tengo muchas más fotos decentes de las siguientes cucharas, pero llegaron a ser muy grandes (un año directamente una pala que parecía un remo).

 
Los primeros manuales. Todavía tiro del balón que aparece tanto. Por cierto, el año es 2007, que me equivoque al tratar la imagen.

Este mismo 2007 (o el año anterior) vio nacer este nuevo formato de premio de pintura, idea de Dark Duke, y del que Chou tiene varios en casa.

Al año siguiente le dí más protagonismo al logo.
 
Los de este año no me gustaron nada. Los modelados me salieron muy cutres, quizá por las prisas en hacerlos y no encontramos una cuchara lo suficientemente grande.

Solo se salvan estos dos (y el de pintura), que fueron muy divertidos de hacer, a la par que fáciles y resultones.

Estos, en un principio, no me gustaron, pero con el paso del tiempo mi opinión ha cambiado a bien. Una idea muy simple, aunque más costosa de hacer de lo que parece. Hoy en día tomaría estos como referencia para todos los años, pero simplificando su realización. 

Por lo que veo tras analizar las imágenes, estuvimos cuatro años con trofeos de fabrica (diferentes cada año menos el comentado); tres años con los mostrados aquí (ahora me parecen pocos años), y otros tres con los que hice en serie que mostraré en la siguiente entrada.

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